Publicado Noviembre 21, 2022 | Pastor Michel Calle 22. LLAMADOS A VIVIR EN SANTIDAD

25. SOMOS TEMPLO DE DIOS

I Corintios 6: 20. “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

25. SOMOS TEMPLO DE DIOS

Dios a través del apóstol Pablo les da a sus hijos este mandato de honrarle a través del espíritu y el cuerpo.

  • Esto implica cuidarlo tanto espiritual como físicamente.
  • Para muchos es vanidad cuidar el cuerpo, pero la palabra lo afirma como un mandamiento muy importante.

Al parecer los corintios se tomaron libertades en las cosas externas, que era necesario frenar y refrenar.

  • El apóstol les reprende porque el cuerpo debe estar sujeto a Dios a si como el alma, y ​​que, en consecuencia, es razonable que ambos se dediquen para su gloria.
  • La mente de un cristiano debe ser santa, eso es en lo interno, pero también debe haber un testimonio externo que alumbre a los hombres, porque el poder de Dios redime tanto el alma como el cuerpo.
  • El apóstol declaro en los capítulos anteriores que no solo nuestra alma, sino también nuestro cuerpo, es templo del Espíritu Santo.
  • En este punto es muy importante internalizar que no se puede servir a Dios a medias tintas, si no que debemos dedicamos en integridad total a su servicio, para que todo nuestro ser sea regulado con su palabra.

Nuestros cuerpos han sido redimidos íntegramente (espíritu, alma y cuerpo) de la condenación merecida y de la esclavitud sin esperanza por el sacrificio expiatorio de Cristo.

  • Hemos de estar limpios, como vasos aptos para el uso de nuestro Maestro.
  • Estando unido a Cristo como un solo espíritu, siendo comprados al precio más alto con que se puede comprar, entonces todo creyente debe considerarse a sí mismo como enteramente del Señor.

“Todo Cristiano Debe Considerarse Hasta El Último Día Y Hora De Su Vida, Como Un Instrumento De Gloria Para Dios Con Su Cuerpo, Alma Y Espíritu, Los Cuales Pertenecen Al Señor”

I Corintios 3: 16 y 17.

“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”