Publicado Diciembre 05, 2022 | Pastor Michel Calle

35. UN NUEVO PACTO

II Corintios 3: 6. “el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.”

A través de Cristo y la ministración del Espíritu Santo fuimos hechos Ministros Competentes Del Nuevo Testamento o más bien, de un Nuevo Pacto según Jeremías 31: 31.

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.”

El termino "nuevo testamento" no aparece en la biblia y en un sentido coloquial se usa para referirse al Nuevo Pacto, puesto que desde la raíz hebrea la palabra es Pacto.
Nada es más alentador para los ministros fieles, que el respaldo de Dios en el ministerio, como se muestra en las vidas regeneradas de aquellos que se congregan.
La ley de Cristo fue escrita en su corazón, y el amor de Cristo derramado allí.

Las Diferencias Entre Los Dos Pactos.

II Corintios 3: 6, se refiere a la diferencia entre los dos Pactos.

Pablo dice del Antiguo Pacto que la letra mata, en cambio, el Nuevo Pacto vivifica por el Espíritu.
La ley escrita en tablas de piedra (Diez Mandamientos de Moisés), en cambio, la gracia del amor escrita en las tablas del corazón de carne.
El encargo del Antiguo Testamento era el pago del pecado, es decir muerte, pero el del Nuevo Testamento, es el de la vida.
La ley hizo al pecado conocido y la maldición; nos mostró un Dios duro y lejano; pero el evangelio hace la gracia conocida, y a Emmanuel, Dios con nosotros.
El evangelio supera tanto la ley en la gloria, que eclipsa a la gloria de la dispensación legal.
La letra de la ley es dura y de muerte; y si nos apoyamos sólo en la letra del evangelio sin Espíritu seguiremos presos de la ley y sus consecuencias.
La justicia de Dios por la fe obediente es revelada; esto nos muestra que el justo vivirá por su fe; nos introduce en la gracia y la misericordia de Dios por medio de Jesucristo, para obtener el perdón de los pecados y la vida eterna.
Pero incluso el Nuevo Testamento será una carta de matar, si se muestra como un mero sistema o forma, y sin dependencia de Dios y del Espíritu Santo, para darle un poder vivificador.
Sus corazones se humillaron y se suavizaron para recibir esta impresión, por la nueva creación del Espíritu Santo y solo atribuye toda la gloria a Dios.

¿Qué Y A Quién Mata?

La Ley es una carta externa, y que la sentencia de muerte pesa a quienes la desobedecen. Dice en Levíticos 18: 5 y en Romanos 10: 5, "El que hace estas cosas vivirá en ellas".

Por lo tanto, implica, como a menudo dice, que el que los desobedezca será cortado…. Es, por lo tanto, una amenaza mortal.
Porque nadie puede obedecer esta Ley con perfecta obediencia.

¿Cómo Mata?

Con el aguijón de la muerte que es el pecado.

La Ley mata al conducir directamente al pecado, ya que despierta el principio de concupiscencia, los deseos de rebelión de la carne. I Corintios 15: 56.“ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.”

Pero el espíritu da vida. Este contraste entre un pacto muerto y uno vivo es fundamental, y especialmente en los escritos de Pablo. Romanos 8: 11.“Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.”

La ley apedrea a la adúltera; el evangelio de gracia le dice:

Juan 8: 11, "VETE, Y NO PEQUES MÁS".

Juan 8: 31 y 32.

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”