Publicado Diciembre 13, 2022 | Pastor Michel Calle
39. SIGUIENDO SUS PISADAS
Juan 12: 26.
“Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.”
Jesús Nos Aclara Que, Si Algún Hombre Le Quiere Servir, Le Debe Seguir.
Él se refiere a seguirle en la muerte, la de Él fue tanto almática como física, la nuestra en negación a nosotros mismos (temperamento y carácter).
- Para que este tipo de muerte no sea excesivamente amarga y desagradable para nosotros, Cristo nos invita con su ejemplo a someternos a ella alegremente.
- Esta es la forma de demostrar que no nos avergonzaremos de ser sus Tamidines en el hebreo (discípulos en griego).Discípulo (griego): Uno que cree todo lo que su maestro le enseña y hace todo lo que le manda.Talmidin (hebreo): Uno que medita en la palabra de su creador para llegar a tener una comunión intima con Él, para obedecerle.
- Rechazar este tipo de muerte es rechazar el honor de ser sus Talmidines o discípulos.
- Ninguna otra condición nos admite como discípulos, excepto que sigamos el camino que él enseña.
- Él nos conduce a sufrir la muerte (negación total a las emociones, sentimientos, pasiones, afanes y razonamientos que lleven al ser humano a agradar a su concupiscencia).
- Por lo tanto, la amargura de la negación se mitiga y, en cierta medida, se vuelve agradable, cuando tenemos en común con el Hijo de Dios la condición de someternos a ella.
- Tan lejos para un cristiano esta el alejarse de Cristo a causa de la cruz, que más bien deberíamos desear la muerte por su causa para agradar al Padre como Él lo hizo.
Aceptar La Muerte En Negación A Nosotros Mismos Es De Talmidines.
Jesús dijo: “Y donde yo esté, allí también estará mi criado” parafraseado, Porque él exige que sus sirvientes no se nieguen a someterse a la muerte a si mismos por la negación.
- Cristo prometió a aquellos dispuestos a morir junto con Él, que serían partícipes de su resurrección.
- El Padre no dejará sin recompensa a los siervos de Cristo que habrán sido sus compañeros tanto en la vida como en la muerte.
- La salvación de las almas hasta entonces, y de ahora en adelante hasta el final de los tiempos, se debe a la muerte de este grano de trigo (Jesús).
Templos Santos (I Corintios 3: 16)
Cristo está en nosotros, la esperanza de gloria.
- Clamemos para que él Espíritu Santo nos ministre y guie para hacernos indiferentes a las preocupaciones triviales de la vida junto con sus afanes.
- Solo aplicando la fe obediente podremos servir al Señor Jesús con una mente renovada y dispuesta a seguir su ejemplo santo.

I Pedro 2: 21 y 22.
”Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca”