Publicado Febrero 02, 2023 | Pastor Michel Calle

62. GOZO, PAZ Y CONFIANZA

Romanos 15: 13. “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”

Pablo usó estas palabras para decirles a sus compañeros de milicia que Dios les daría gozo y paz.

Les dice que Jesús había cumplió las profecías relativas a los judíos y los gentiles convertidos, y que no tenían ninguna excusa para despreciarlas.
Los gentiles, al ser introducidos en el cuerpo de Cristo, son compañeros de fe en la tribulación.
Ellos debían alabar a Dios, invitando a toda la humanidad a conocer al Señor.
Todo el plan de la redención es para reconciliarnos con Dios y entre nosotros mismos.
La Palabra de Dios da la confianza de que nos ama y quiere transformar, ver Romanos 15: 4.
Dios promete acabar con los problemas que hacen que muchas personas pierdan hoy la esperanza, problemas como la pobreza, la injusticia, las enfermedades y la muerte, ver Apocalipsis 21: 4.
Mientras más conozcamos a Dios, más seguros estaremos de que podemos confiar completamente en Él, ver Isaías 46: 10 y Tito 1: 2.
Los Hijos de Dios que confían en Él, pueden sentirse gozosos y en paz a pesar de los problemas, ver Romanos 12: 12.
El Padre a través de Jesús cumple todas sus promesas, que vendrá un futuro mejor, ver Romanos 15: 12.
Y a través del Espíritu Santo nos revela todo lo que ha prometido, y eso nos da confianza de que podemos alcanzarlo en Él.

El parákletos (abogado, intercesor o consolador) nuestro mejor amigo.

En nuestras propias fuerzas todo esto es imposible; solo es posible con el Espíritu Santo.

Alcanzando así la certeza de vida eterna, mediante el poder, la guía, santifición y consolación del Espíritu Santo.
El "Gozo y la paz" verdaderos, suprimen las dudas y los temores, mediante la obra del Espíritu Santo.
La única manera de tener “Gozo y Paz” es confiando en él.
Además, del “Gozo y la Paz”, esta la confianza que deja de ser solo una esperanza, al ser guiados por el Espíritu Santo, que es Dios mismo en acción.
El Espíritu Santo también nos guía a dar los frutos del carácter del Padre y del hijo, ver Gálatas 5: 22.
Nunca buscaremos a Cristo hasta que confiemos en él.

Contexto.

Este libro fue escrito a los cristianos que vivían en la ciudad de Roma.

Algunos de ellos eran descendientes de judíos, mientras que otros no.
Pablo hizo todo lo posible para estar unidos, para pensar y actuar de la misma forma a pesar de tener antecedentes y culturas diferentes, ver Romanos 15: 6.
Pablo les recordó a los cristianos de Roma que Dios había dicho que llegaría el día en que personas de todas las naciones lo adorarían de manera unida, ver Romanos 15: 9 al 12.
Lo que quería dejar claro era que: además de los judíos, toda la humanidad puede beneficiarse del ministerio de Cristo, y Dios les da a todos la misma esperanza ser sus hijos.
Al serles revelado esto todos debían servirse los unos a los otros, siendo amables y hospitalarios los unos con los otros, ver Romanos 15: 7.

II Corintios 3: 18.

“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”