Publicado Marzo 20, 2023 | Pastor Michel Calle

75. A IMAGEN Y SEMEJANZA

Génesis 1: 26. “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.”

El proceso creativo llegó finalmente a un punto sublime en el hombre.

Esto nos demuestra que las obras de Dios no fueron fruto de un impulso apresurado, sino que fueron planeadas desde la eternidad y ejecutadas con minucioso y prolongado cuidado, ver Jeremías 1: 5.
Dios creo entre al (humanidad) en el pleno sentido de la palabra, perfecto, y se convirtió en la mejor y más alta obra de Dios.
El hombre fue creado, no evolucionado, ver Marcos 10: 6.
Ese hombre fue creado a "imagen y semejanza" de Dios. El hombre es "espíritu, alma y cuerpo" y en su naturaleza moral, ver I Tesalonicenses 5: 23.
De las Escrituras sobre la creación del hombre deducimos los siguientes principios:

Que el hombre fue formado por un acto directo de Omnipotencia.
Que fue hecho según el modelo de su Hacedor, y por lo tanto perfecto.
Que era inmensamente superior a los animales inferiores y tenía derecho a dominarlos.
Que era el objeto de la bendición peculiar de Dios.
Que uno de los propósitos principales de su creación era someter y cultivar la tierra.
Que constaba de dos partes, un cuerpo sacado del polvo de la tierra, y una parte inmaterial insuflada en él por su Creador.
Que, aunque creó solo al varón de él hizo una compañera en su estado original de inocencia y pureza.
Que estaba en un estado de prueba y expuesto a la tentación y al peligro de caer.

Entonces:

El ser humano fue creado a la imagen de Dios, es decir, con la capacidad de desarrollar y demostrar cualidades que Dios tiene, como el amor, la empatía y la justicia.

Eso explica por qué el ser humano puede copiar la personalidad de Dios.

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen”.

Jesús, nació o fue engendrado antes de toda la creación, ver Colosenses 1: 15 y 16.

Él es la forma escritural de representar la eternidad de Dios.
Todas las cosas, siendo creadas por Él, fueron creadas para Él; siendo hechas por su poder, fueron hechas según su voluntad, y para su alabanza y gloria.
No sólo las creó todas al principio, sino que es por la palabra de su poder que se mantienen. Cristo, como mediador, es la cabeza del cuerpo, la iglesia.
Por esta razón, Dios pudo decirle a Jesús:“Hagamos al ser humano a nuestra imagen”.

“Y señoree […] los animales” y “sobre toda la tierra”.

Los animales no fueron creados a la imagen de Dios.

Por ejemplo, no tienen una conciencia y no pueden demostrar cualidades como la empatía.
Dios se preocupa por el bienestar de los animales, y le dice al ser humano que iba a tener “autoridad sobre” ellos.
Con esto, Dios les estaba dando a los seres humanos la responsabilidad de cuidar de los animales, ver Salmo 8: 6 al 8 y Proverbios 12: 10.
Dios espera que los seres humanos cuiden y protejan la Tierra y a los seres vivos.
Vemos aquí los tres mandatos creacionales.

Multiplicarse.
Cuidar.
Gobernar.

Contexto:

Los primeros dos capítulos de Génesis describen la creación del universo, de la tierra y de la vida sobre ella.

Todo lo que ha creado Dios es impresionante, pero el ser humano es lo más extraordinario que ha creado en la Tierra.
Cuando Dios terminó su creación, “Y vio Dios todo lo que había hecho y…”, ver Génesis 1: 31.

Romanos 8: 19.

“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios”