Publicado Marzo 27, 2023 | Pastor Michel Calle

76. TODO LO CREADO ES HERMOSO

Eclesiastés 3: 11. “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.”

Cada cosa es como Dios lo hizo; no como nos parece a nosotros.

Por que tenemos tan internalizado al mundo en nuestro corazón, que estos llenos de preocupaciones por los pensamientos de las cosas del mundo, que no tenemos o no nos damos el tiempo ni el espíritu para ver la mano de Dios en ellos.
El mundo no sólo ha ganado la posesión del corazón de la humanidad, sino que ha formado pensamientos contra la belleza de las obras de Dios.
Nos confundimos pensando en que hemos nacido para nosotros mismos (narcisismo, egoísmo, egocentrismo); que, no es nuestro negocio hacer el bien en esta vida, que es corta e incierta.
Pero tenemos muy poco tiempo para hacer el bien, por lo tanto, debemos redimir el tiempo.

“Todo lo hizo hermoso en su tiempo”.

La palabra hebrea que aquí se traduce “hermoso” a veces se refiere a algo más que solo la belleza física o estética, también se traduce como “bien ordenado”, “adecuado” o “apropiado”

No solo son hermosas las cosas que Dios ha creado, si no que también los procesos para cumplir su voluntad, ver Daniel 2: 12; II Pedro 3: 8 y Apocalipsis 4: 11.
Hermoso, también nos conecta con Génesis 1: 31. “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.”
Incluso en un universo bajo maldición, podemos ver la hermosura de la creación de Dios.
La rebelión inútil del hombre reside en rehusar confiar en la sabiduría del Dios absoluto y soberano.

“Y ha puesto eternidad en el corazón de ellos”.

Dios creó a los seres humanos para que vivieran para siempre, ver Salmo 37: 29.

Lógico, también los creó para que desearan eso.
Pero, Adán y Eva, desobedecieron a Dios, y el resultado de aquello fue que murieran ellos y su descendencia, ver Génesis 3: 17 al 19 y Romanos 5: 12.
Dios, a pesar de todo, promete satisfacer “el deseo de todos los seres vivos”, incluido el deseo de los humanos de vivir para siempre, ver Salmo 145: 16.
Los hijos de Dios al ser hechos nuevas criaturas recuperan la perspectiva de la vida eterna, ver Romanos 6: 23.
Dios hizo a los seres humanos para su propósito eterno, y nada en el tiempo posterior a la caída puede darles una satisfacción plena.

“Sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”

La sabiduría de Dios es inmensa, profunda y cósmica que es inexplorable, ver Romanos 11: 33.

Dios les revela sus propósitos a quienes se niegan a si mismos para hacer su voluntad, ver Amós 3: 7.

Contexto:

Eclesiastés fue escrito por Salomón, rey de Israel y famoso por la sabiduría que Dios le dio.

Contiene consejos prácticos sobre lo que de verdad vale la pena en la vida y lo que no, ver Eclesiastés 1: 2 y 3; 2: 1 al 17; 7: 1; y 12: 1 al 13.
En el capítulo 3, Salomón describe que nada ocurre por casualidad, sino que todo tiene una causa y una consecuencia, ver Eclesiastés 3: 1 al 8 y 10.
Dios les ha dado a los seres humanos la libertad de escoger su camino, ver Deuteronomio 30: 19 y 20; Josué 24: 15.
Salomón dice que el ser humano puede disfrutar al máximo de los resultados de su trabajo.
Pero esto sucede cuando respetan el “tiempo determinado” de Dios, es decir, su horario, y cooperan con su propósito en obediencia.
Así podrán disfrutar de lo que él llama “un regalo de Dios”, ver Eclesiastés 3: 1, 2 y 13.

II Corintios 5: 17 y 18.

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación”